Así se titulaba una obra de
teatro escrita por Fernando Fernán Gómez,
que consiguió en 1977 el Premio Lope de
Vega del Ayuntamiento de Madrid y que fue llevada al cine por Jaime Chávarri en 1984. No se me ocurrió
mejor título para este post en el que el protagonista es, sin duda, el estampado
de bicicletas de este vestido que conseguí en la última edición del Fashion&Friends celebrado en el
Edificio Miller de Las Palmas de Gran Canaria.
Tuve que hacerle algunos arreglos
porque me quedaba enorme, pero tenía que comprarlo por lo especial que son en
mi vida las bicicletas. Un medio de transporte que, por suerte, vemos cada vez
más en nuestra ciudad, pero también el juguete preferido de muchos niños que,
como yo, se criaron en un barrio. Cada siete de enero hay siempre algún pequeño
estrenando bicicleta en un parque, pero ya saben que no es como antes, pues ahora
triunfan los juguetes tecnológicos.
Volviendo al look, lo combiné con
unas cómodas bailarinas de Valentino, un bolso gris como las rayas del vestido,
unas gafas de color llamativo y unos discretos pendientes en forma de cruz que
me regalaron unos amigos hace poco por mi cumpleaños.
¿Qué les ha parecido el post? Me despido, como siempre, con un vídeo de este look. Espero que les guste.
¡Feliz fin de semana amig@s cachivacheros!
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